PIV en bebés; Vía periférica en bebés; Vía intravenosa periférica en neonatos
Una vía intravenosa periférica (PIV, por sus siglas en inglés) es una sonda o tubo plástico corto y pequeño, llamado catéter, que se coloca a través de la piel dentro de una vena, generalmente en la mano, el brazo o el pie, pero algunas veces en el cuero cabelludo.
¿POR QUÉ SE UTILIZA UNA VÍA INTRAVENOSA PERIFÉRICA?
Una vía intravenosa periférica se utiliza para suministrarle líquidos o medicamentos al bebé.
¿CÓMO SE COLOCA UNA VÍA INTRAVENOSA PERIFÉRICA?
Después de que la piel esté limpia, se colocará un pequeño catéter con una aguja en su interior a través de la piel dentro de la vena. Una vez que esté en la posición apropiada, se retirará la aguja y se conectará una sonda plástica al catéter.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS DE UNA VÍA INTRAVENOSA PERIFÉRICA?
Una vía intravenosa periférica puede ser muy difícil de colocar, especialmente si su bebé está muy obeso, enfermo o es muy pequeño. Es posible que en algunos casos no se logre la colocación exitosa de la vía intravenosa y se necesite otra terapia.
Igualmente, es posible que las vías intravenosas periféricas fallen después de sólo 1 o 2 días y se pueden cambiar de vez en cuando para disminuir el riesgo de infección.
Si una vía intravenosa periférica se sale de la vena y el líquido entra en el tejido, se dice que dicha vía intravenosa se ha "infiltrado". Esto puede hacer que la piel y el tejido resulten muy irritados y algunas veces provocan una quemadura tisular. Se pueden inyectar medicamentos dentro de la piel después de presentarse una infiltración con el fin de reducir el riesgo de daño prolongado a ésta.